Cuidado con el sacamantecas.

 

Esta poesía es una reproducción ficticia de cómo los viejos cuenta cuentos advertían a la gente de los apodados como hombres del saco o sacamantecas. Aquellos que mataban a niños y jóvenes solo para sacarles las grasas y luego venderlas.

 

Cuidado niños y niñas,

vigilen gente sus pasos;

al fiero sacamantecas

matando lo vi hace un rato;

venía buscando grasas

con el cuchillo afilado.

Cuidado niños y niñas,

vigilen gente los flancos,

pues con ganas de mil tripas

viene el monstruo desalmado.

en lejanías se dice,

se oye en el camino largo

que salió del infierno;

quien lo ve está condenado,

solo se librará si huye

y vuelve en viento sus pasos;

corran todos, tranquen casas,

que yo ya me voy y me callo.

 

Por Félix Abreu Delgado